"Ulises era un punto de referencia, pero sobre todo era un desafío permanente; en una obra de teatro, en una película, en una novela, siempre había encontrado algo que los demás no habíamos percibido, siempre había mirado algo que los demás no habíamos visto. Ulises siempre había sentido algo nuevo, de una manera tan radical, que supo contarme la novedad, el descubrimiento, de una experiencia tan vieja, como la tibieza del sol en la piel.
Su vida, que fue un profundo acto estético, fue por eso mismo un profundo acto ético."
Carlos Vargas, Octubre 1996